Según un estudio realizado por la compañía británica Marmite, el malestar de los lunes por la mañana se traduce, entre otras cosas, en que en promedio la gente no empieza a sonreír sino hasta las 11:16 a.m.
Además, en el trabajo el rendimiento se limita de 3 a 5 horas productivas, a la vez que hay un 50% mayor de posibilidades de llegar tarde a la oficina este día de la semana.
Por otra parte, el estudio calculó que los individuos con edades comprendidas entre 45 y 54 años pasan más de 12 minutos quejándose cada lunes.
Pero eso no es todo, ya que se detectó que los trabajadores también gastan más tiempo hablando con sus compañeros en la jornada del lunes. Es decir, corresponde al día en que más se «saca la vuelta».