Las personas en reposo queman un 10% más de calorías al final de la tarde y temprano por la noche, que en las primeras horas de la mañana, según un estudio publicado por la revista especializada «Current Biology».
«Nos sorprendió el hecho de que hacer lo mismo en un momento del día quemara más calorías que en otro momento diferente», señaló la autora principal, Kirsi-Marja Zitting, de la Facultad de Medicina de Harvard.
Este hallazgo «refuerza el importante papel del reloj circadiano en el gobierno del metabolismo y ayuda a explicar por qué las irregularidades en los horarios de comer y dormir pueden aumentar la probabilidad de que las personas aumenten de peso».
Según los investigadores, en esa hora del día las personas queman en promedio 130 calorías en un estado de total reposo, lo que podría acumularse con el paso de los días.
El estudio
Para determinar los cambios a lo largo del día en el metabolismo, se estudiaron a 7 personas en un laboratorio sin ninguna pista sobre la hora real: no había relojes, ventanas, teléfonos, ni Internet.
En ese contexto, a los participantes del estudio les asignaron horas para ir a la cama y despertarse. Y cada noche, esas horas se modificaron a cuatro horas más tarde, a través de cuatro zonas horarias cada día durante tres semanas.
«Debido a que estaban haciendo el equivalente a dar vueltas alrededor del globo cada semana, el reloj interno de su cuerpo no podía seguir el ritmo», detalló la coautora Jeanne Duffy, de la misma división que Zitting.
Con esos ajustes, los expertos fueron capaces de medir la tasa metabólica en todos los diferentes momentos biológicos del día.
Y los datos mostraron que el gasto de energía en reposo es más bajo en la fase circadiana que los investigadores catalogaron como «0°», correspondiente a la caída de la temperatura corporal en la noche biológica tardía.
El gasto de energía fue mayor en la fase circadiana «180°», aproximadamente 12 horas después, en lo que sería la tarde biológica hasta la noche.
«No solo lo que comemos, sino cuándo comemos y descansamos afecta la cantidad de energía que quemamos o almacenamos como grasa. La regularidad de los hábitos como comer y dormir es muy importante para la salud general», sentenció Duffy.