Según comprobó una reciente investigación de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, los perros tienen la capacidad de focalizar la audición en un estímulo particular, mientras filtran los ruidos del ambiente.
Esta virtud, llamada “efecto fiesta de cóctel”, se estudió durante mucho tiempo en los humanos y recién ahora se logró descubrir que los canes la poseen también.
De acuerdo con el estudio, los perros son capaces de detectar si alguien los llama por su nombre en mitad de un entorno bullicioso.
Además, pueden hacerlo con independencia de quién les esté hablando, lo que descarta la posibilidad de que respondan al lenguaje corporal, el tono de voz u otras pistas de voces con las que estén familiarizados.
Esta habilidad es especialmente útil para aquellas personas que trabajan con perros de asistencia, ya que en situaciones urgentes, especialmente en entornos ruidosos, estos animales pueden necesitar órdenes de personal más allá de sus dueños o cuidadores.