Eso de “beber para olvidar” tendrá que ser cuestionado de ahora en adelante. Y es que según un reciente estudio desarrollado por científicos de la Universidad de Exeter, Reino Unido y citado por la revista “Nature”, el alcohol puede ayudar a memorizar la información recibida justo antes de consumirlo.
Sin embargo, los autores enfatizan en que este beneficio debe ser considerado en conjunto con los comprobados efectos negativos que conlleva esta bebida para la salud física y mental.
Durante la investigación, un grupo de 88 voluntarios, de 18 a 53 años, llevaron a cabo una tarea en sus casas que consistía en memorizar palabras. Tras terminar la prueba, los participantes se dividieron en dos grupos: a unos se les permitió beber cuanto quisieran, mientras que los otros no podían tomar ni una gota de alcohol.
Al día siguiente volvieron a realizar la misma tarea y los científicos registraron que el grupo que había bebido alcohol recordaba más de lo que había aprendido.
«Nuestra investigación no solo mostró que aquellos que habían bebido alcohol mejoraron al repetir la tarea de aprendizaje de palabras, sino que este efecto fue más fuerte entre aquellos que bebieron más», explicó la profesora Celia Morgan, de la Universidad de Exeter.
Los investigadores reconocen no entender del todo las causas de este efecto, pero creen que la principal explicación estaría en que “el alcohol bloquea el aprendizaje de la nueva información y, por lo tanto, el cerebro cuenta con más recursos disponibles para establecer otra información recientemente aprendida en la memoria a largo plazo”.
La teoría es que el hipocampo, el área del cerebro realmente importante en la memoria, consolidaría los recuerdos, de manera que estos se transferirían desde la memoria a corto plazo hasta la de largo plazo.
Esta propiedad del alcohol ya se había observado en condiciones de laboratorio. No obstante, la reciente investigación lo corrobora en un entorno natural, con las personas bebiendo en sus propios hogares.