Las niñas expuestas al tabaquismo materno, durante el embarazo, podrían tener problemas hormonales y ver afectada su fertilidad en el futuro. Así lo sugiere un estudio, presentado esta semana en la 58.º reunión anual de la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica.
Los resultados aseguran que el tabaco actúa como desestabilizador del sistema endócrino y puede masculinizar a las niñas en el útero.
Ello, pues los expertos encontraron un aumento significativo de la distancia anogenital (AGD) en las hijas de madres que fumaban. Dicha distancia es un reflejo de la concentración de andrógenos durante el desarrollo prenatal en mamíferos.
Los especialistas estudiaron a 56 niñas y 64 niños recién nacidos de madres que fumaron durante en el embarazo. Al medir la AGD, esta fue significativamente más larga de lo habitual en los casos femeninos y no se encontró ningún efecto en los casos masculinos.
Revisa: Hipnotabaco, la aplicación que ayuda a combatir el tabaquismo con hipnosis
‘Nuestros resultados sugieren que las niñas tienen una mayor exposición a la testosterona, pero no como esto se relaciona con la función reproductiva. Se requieren estudios cuidadosamente diseñados para explicar esta relación’, explicó Deniz Ozalp Kizilay, autor principal del estudio.
Si bien la mayoría de embarazadas evitan consumir tabaco durante la gestación, muchas pueden estar expuestas al humo de segunda mano. Es decir, el inhalado de forma pasiva por quienes están al lado de alguien que fuma, cuyos efectos matan a más de 400 bebés y 41.000 adultos no fumadores al año. Esto, según cifras de los Centros y para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.
Ozalp destacó que estos hallazgos son una valiosa contribución a la comprensión de la efectos intergeneracionales del tabaquismo materno.
Ahora su equipo planea monitorear las consecuencias a largo plazo en los casos estudiados.