La madrugada de este sábado Fernanda Cornejo, la hija de Karen Doggenweiler, fue asaltada por cuatro jóvenes encapuchados los que la golpearon en reiteradas ocasiones con puños y con la culata de una pistola. Producto de esto, Karen Doggenweiler se sumó ayer nuevamente a la campaña de ME-O ya que se encontraba cuidando a su hija y en «Síganme los buenos» de canal VIVE, animado por Julio César Rodríguez, la animadora de TVN confesó cómo fue la despiadada golpiza.
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La noche del sábado, la conductora de TVN y el candidato descansaban en su hogar tras ver la franja electoral televisiva. Pasadas las dos de la madrugada recibieron el llamado avisándoles que Fernanda estaba en la clínica, herida. La universitaria se encontraba junto a una amiga y tres amigos, esperando un taxi Cabify en el centro de Santiago.
Un vehículo se estacionó y les hizo cambio de luces. Los jóvenes pensaron que se trataba del taxi, pero del vehículo bajaron cuatro delincuentes encapuchados y con revólveres que se ensañaron solo con Fernanda. La lanzaron al suelo, le pegaron con un revólver en la cabeza, y la patearon en el suelo.
Relato
Doggenweiler: “Sí, bajaron estos encapuchados de un auto…”
Rodríguez: “¿Cómo? Ellos estaban en un lugar y pidieron un Uber”
Doggenweiler: “Sí, tres chiquillos, dos niñas. La Fernanda con la Carola, su amiga, pidieron un Cabify. Bajaron estos tres niños a acompañarlas, porque se iban a las dos de la mañana. Hicieron todo lo que hay que hacer, bien hecho, pedir un auto, esperarlo, de repente ver que alguien le hace un cambio de luces…”
Rodríguez: “Y las acompañaron”
Doggenweiler: “Sí, alguien hizo un cambio de luces. ‘Ahí está el auto que estamos esperando’. Bajan estos cuatro tipos encapuchados. Se ensañan con la Fernanda. Le roban a ella la cartera, la encañonan y le pegan con la parte de atrás del revólver. Y le rompieron la cabeza, la patearon, le pegaron en la boca, en las caderas, en las piernas. La Fernanda tiene además una operación en la espalda, una fijación en la columna por una escoliosis que tuvo. Y bueno, la cabeza sangra mucho, es tremendo. Todo lo que se vive a partir ese momento es súper complicado”
Rodríguez: “O sea, la botaron al piso para golpearla”
Doggenweiler: “Para golpearla, sí. Y lo raro, entre comillas, hasta ahora, es que a nadie más le pasó…”
Cuando se enteraron
Rodríguez: “¿Y cómo se enteraron ustedes?”
Doggenweiler: “Llamó por teléfono la Carolita, que está acá, la conoces. Llamó a Marco y empieza… Cambia la vida, si en el fondo…”
Rodríguez: “¿Tú estabas en Santiago?”
Doggenweiler: “Sí, los dos con Marco estábamos. Sí, estábamos acá. Y valiente ella, fuerte”
Rodríguez: “Y llegó ella a la casa después adolorida”
Doggenweiler: “La atendieron. El cuerpo queda con una situación tan tensa, un estrés tremendo al que se somete, que después ella andaba muy adolorida, muy apaleada. Vienen dolores de cabeza muy fuertes por todo esto, contusiones. Y bueno, ella es fuerte y va a salir adelante. Estoy segura”
Rodríguez: “Y a ti, como mamá, te estremece, porque la tuvieron encañonada”
Doggenweiler: “Encañonada y uno dice, en ese minuto, qué pasa, porque me dice que eran muy altos, unos tipos muy altos. Y uno dice qué pasa si, a lo mejor, se hubiera movido y hubiera pensado, no sé, terminan probablemente disparando. Yo creo que es devastador, tremendo”, finalizó.