Si te esfuerzas por cuidar tu cabello e inviertes dinero en tratamientos costosos o peluquería, lo cierto es que la solución no está ahí, sino más bien en mantener ciertos hábitos testados por el tiempo que marcan la diferencia entre una melena común y un pelo de impacto. Apunta estos 12 mandamientos para aprender a cuidarlo bien.
- Evitar las planchas en la medida de lo posible: De lo contrario, si te resulta imprescindible utilizar aparatos como planchas, secadores o tenacillas, nunca lo hagas sin aplicar antes un spray protector del calor.
- Dormir sobre seda: Las almohadas de seda son lo suficientemente deslizantes como para que la cutícula del cabello no se vea dañada mientras duermes. El resultado: menos encrespamiento al despertarse.
- Mantener el pelo limpio: Seguro que has oído hablar del movimiento No Poo (no lavar el cabello para preservar sus aceites naturales), pero según los expertos hay que escuchar las necesidades de la melena. Y mientras se ocupen productos de calidad, no hay problema en que el lavado sea frecuente.
- No escatimar en hidratante: El cuero cabelludo necesita hidratación, de la misma manera que la piel del rostro. Por lo tanto, aun cuando no le apliques, siempre deberías emplear un protector para reducir el encrespado, la sequedad y las puntas abiertas.
- Ser fiel: Es un falso mito que deba cambiarse de producto con frecuencia. Los expertos sugieren que, una vez que hayas encontrado aquellos que funcionan bien, sigas usándolos en tu rutina. Tu pelo no conoce la diferencia y, aunque es perfectamente aceptable cambiar hasta dar con la mejor fórmula, cuando la encuentres no deberías dejarla.
- Comer los alimentos adecuados: Tu dieta juega un papel fundamental en el brillo, en el crecimiento y en el volumen de tu melena, por lo que una alimentación rica en hierro, zinc, ácidos grasos omega 3 y proteína, te ayudará a estimular los folículos. Además, se recomienda alternar entre carne roja magra, pollo y pescado para una salud capilar óptima.
- Tomar vitaminas: Incluso si tu dieta es impecable, puede ser que estés olvidando algunas vitaminas cruciales a la hora de nutrir el cabello. Y la clave es examinar el aspecto de las uñas y la piel. Por ejemplo, si tus uñas tienen estrías o tu piel está reseca, lo más probable es que tu pelo también esté pidiendo ayuda. Sin embargo, una vez comiences a tomar los nutrientes adecuados, conseguirás un pelo voluminoso y brillante en pocos meses. Además, tu piel y tus uñas también se beneficiarán.
- Limitar la exposición solar: Mientras el daño que el sol hace a la piel es fácil de percibir, el del pelo pasa mucho más inadvertido. Para prevenirlo, se sugiere aplicar un acondicionador sin aclarado al menos en días alternos. Una cuidadosa aplicación de medios a puntas combatirá las tres agresiones propias del verano: los rayos del sol, el viento y el agua salada.
- Sin enredos: Antes de lanzarte a la tarea cepillo en mano, piénsalo y hazlo suavemente. Para grandes nudos, recurre a un peine de púas anchas y siempre cepilla tu pelo comenzando desde abajo para evitar que el enredo se haga aún peor.
- Cortarse el pelo a menudo: Si quieres que tu melena crezca sana, deberías cortarla a menudo. De hecho, un corte de pelo cada seis a ocho semanas es fundamental a la hora de prevenir puntas abiertas.
- Usar agua fría para lavarlo: Cuando te duches, no debes poner el agua demasiado caliente, ya que el exceso de calor puede traducirse en una merma del volumen capilar. En su lugar, opta por agua templada y cuando te aproximes al aclarado final tras el acondicionador, el agua fría es la mejor arma. De esta manera sellarás los nutrientes dentro de la fibra y conseguirás un plus de brillo.
- Usar la cantidad adecuada de producto: Si te cubres la cabeza entera con el champú o el acondicionador, lo estás haciendo mal. Concentra el producto en el cuero cabelludo y los primeros centímetros desde la raíz, que es la zona en la que se acumulan los aceites y residuos. Las puntas del cabello no necesitan tanta limpieza. De la misma forma, concentra el acondicionador de medios a puntas, que es la zona más seca.