En Japón los políticos se pusieron falsos vientres, simulando ser mujeres embarazadas.
Todos quedaron sorprendidos con esta iniciativa. ¿El objetivo? Incentivar a los hombres a participar en las tareas domésticas.
La campaña titulada El gobernador es una mujer embarazada, fue lanzada la semana pasada y consiste en que los hombres tenían que usar un chaleco de siete kilos que simula el aspecto y condiciones que vive una mujer con siete meses de embarazo.
Todo esto surge a raíz de que, de acuerdo a una encuesta del Ministerio de Trabajo Nipón, 48% de las mujeres que estaban esperando un bebé señaló haber sufrido humillaciones, la mayoría verbales, por su condición.
En el video cómo los políticos embarazados suben las escaleras o esperando a que alguien les ceda su asiento en el autobús.
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