Si todavía estás en tu 20, puede que una de tus preocupaciones sea evitar las primeras arrugas. Pero no solo las cremas ayudan, sino que hay varios hábitos que puedes incluir en tu rutina diaria para evitarlas.
Estas son las claves que te dejamos:
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Reduce tu nivel de estrés
La presión y la ansiedad aceleran el envejecimiento, porque nos hacen tensar ciertos músculos faciales (como fruncir el seño o levantar las cejas). Eso va provocando líneas en tu rostro.
Idealmente trata de tener tiempos para relajarte, descansar y dormir al menos 6 horas y mimar tu piel. Prende unas velas en la noche mientras haces tu rutina de noche de skincare, y te ayudará a desconectarte.
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Tratamientos con colágeno o retinol para evitar las primeras arrugas
Trata de usar en tu skincare cremas, serums o limpiadores que contengan estos ingredientes, ya que reafirman la piel, redefinen los contornos del rostro y reducen la aparición de arrugas.
También si ya estás en la segunda mitad de tus 20, es ideal comenzar a usar crema de contorno de ojos, que tienen más activos para esa área tan delicada de tu piel.
En Blush Bar puedes encontrar algunos productos.
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Desmaquilla, limpia e hidrata
Si bien desde la adolescencia debes hacerlo, esto es la base de un skincare, desmaquillarte siempre que lleves maquillaje o hayas salido, usar un gel limpiador y luego hidratar tu cara. Además de incorporar el bloqueador para evitar las manchas o pigmentación por el sol.
¡Y no olvides la hidratación, tomas dos litros de agua al día es esencial!
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Exfoliantes para tu piel
Para limpiar tu rostro en profundidad y para que los productos especializados de tu rutina penetren en tu piel, siempre es bueno exfoliar una o dos veces a la semana.
Hay exfoliantes físicos (esos con gránulos) o químicos, trata de investigar y saber cuál es el mejor para ti. También puedes crear el tuyo propio, como uno de avena, por ejemplo.
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Come grasas saludables
Una dieta balanceada, que contenga ácidos grasos y proteínas ayudarán a retrasar los rasgos de la edad. Por eso es bueno consumir huevo, aceite de oliva, frutos secos, semillas, pescados azules y palta, por ejemplo.