Si sueles omitir la primera comida del día, ya sea por falta de tiempo o de apetito en la mañana, debes saber que estás cometiendo un grave error.
Y es que el desayuno es nada menos que la comida más importante del día, pues provee los nutrientes y energía para mantener activo el organismo durante el resto de la jornada.
¿Qué pasa cuando no desayunas?
1. El organismo entra en un estado de ayuno prolongado.
2. El cuerpo se prepara, porque supone que no va a recibir alimentos en las próximas horas.
3. Cuando llega la hora de la siguiente comida, el apetito aumenta, se come más y, por lo tanto, los niveles de glucosa se elevan.
4. Además, el cuerpo almacena esos alimentos como grasa, porque no sabe a qué hora recibirá los próximos nutrientes.
Al mantener habitualmente este ciclo, eres sensible a desarrollar los siguientes padecimientos:
1. Se incrementa a un 21% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
2. Hay más posibilidades de que tu índice de masa corporal sea alto.
3. Si eres hombre, tienes un 27% de peligro de sufrir un ataque al corazón.
4. Si eres mujer, eres más sensible de presentar elevación de lípidos en la sangre.
5. Aumenta el riesgo de padecer obesidad.
6. Se incrementa el riesgo de sufrir de colesterol y triglicéridos altos.
Por el contrario, esto es lo que ganas cuando desayunas todos los días:
1. Mejoras el control de tu peso.
2. Serás más productivo durante el día.
3. Reduces el riesgo de sufrir alguna enfermedad cardiovascular.
4. Previenes el peligro de desarrollar diabetes tipo 2.
5. Aumentan tus habilidades cognitivas.