Meghan Markle recientemente anunció que espera un hijo con el príncipe Harry y mientras se encuentran de gira mundial, Meghan no se podrá escapar de los reglamentos de al realeza sobre período de gestación.
Acá te dejamos algunos de los protocolos que tendrá que seguir:
1. Meghan no tendrá «baby shower»
La persona promedio (incluso en Chile) espera eeste evento por ser una oportunidad para recibir cosas necesarias para su bebé en forma de regalo. Por eso para los miembros de la Casa Real inglesa sería muy inapropiado según la experta en realeza Victoria Arbiter. «No hay nada de lo que no puedan salir a comprar».
2. Su hij@ tendrá varios nombres
La tradición real es darle a los bebés múltiples nombres. Por ejemplo, el nombre completo del príncipe Harry es Henry Charles Albert David.
3. Los nombres probablemente serán clásicos
Los recién nacidos de la Casa Real inglesa tienden a tener nombres tradicionales que generalmente se les otorgan en honor a un miembro de la familia real, ya sea que estén vivos o no. William, George, Philip, Diana, Elizabeth, Albert, Louis o Charles, son algunos de las opciones. Siendo el séptimo en sucesión del trono, el retoño de los Duques de Sussex probablemente tendrá un nombre tradicional.
4. Puede que Meghan mantenga el sexo del bebé en secreto
Tal como Kate y William que no anunciaron el sexo de sus tres hijos hasta después de nacer, es probable que Meghan y Harry hagan lo mismo ya que mantener el sexo en secreto es un regla estándar de la familia real, según el medio inglés The Sun.
5. Meghan no podrá usar sandalias cuando sus pies se hinchen
Quienes han vivido un embarazo saben que una de las cosas más incómodas para muchas son los pies hinchados y, si la duquesa sufre de ello, tendrá que usar zapatos cerrados, porque a las mujeres reales no se les permite usar zapatos abiertos en apariciones públicas.
6. La pareja deberá decirle primero a la Reina Isabel II sobre el nacimiento
Cuando el príncipe William y Kate dieron la bienvenida a su primer hijo, el príncipe George en 2013, se lo dijeron primero a la reina (después del personal del hospital, obvio), a través de un teléfono especialmente cifrado tras el parto, según informa la biógrafa real, Katie Nicholl.
7. No podrá hacer viajes internacionales dentro de poco
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la mayoría de las aerolíneas permite que las mujeres embarazadas viajen hasta con 36 semanas, aunque expertos aconsejan limitar el transporte aéreo hasta el tercer trimestre. Eso mismo deben seguir los integrantes de la realeza para que nunca estén demasiado lejos de sus médicos. Lo más probable es que cuando los Duques de Sussex regresen de su viaje de Australia, probablemente se mantengan con viajes locales durante el embarazo.
8. Meghan debe tener controles regulares con un equipo de maternidad
Kate Middleton durante sus embarazos se reunía con su equipo de maternidad una vez al mes para saber que todo iba bien. El equipo se compone por «dos obstetras, tres parteas, tres anestesiólogos, cuatro miembros de personal quirúrgico, dos miembros del personal de atención especial, cuatro pediatras, un técnico de laboratorio y tres o cuatro gerentes», según el medio Metro.
9. Probablemente deba ser muy honesta con el público sobre cualquier efecto secundario debilitante
La duquesa de Cambridge sufrió en sus tres embarazos de «hiperemesis gravídica» (en español: náuseas matutinas severas varias veces al día). Kate tuvo que compartir el diagnóstico con el público en cada embarazo, para explicar el por qué no podía asistir a ciertos compromisos reales. Si Meghan experimenta algún tipo de enfermedad similar, deberá dar a conocer a todos sus síntomas.