Todos conocemos la «fobia» como el temor extremo e incontrolable hacia algún objeto o situación. Las más comunes son el miedo a los ratones o arañas, pero hay otras que ni siquiera imaginas que existen.
Los famosos también padecen de este problema y no creerás lo extrañas que son algunas.
- Nicole Kidman, Papilofobia: La actriz le tiene terror a las mariposas. Es tanto su temor, que una vez declaró «Si veo a una en la puerta de mi casa, soy capaz de saltar la verja y subir por la ventana con tal de evitarla».
- Orlando Bloom, Zoofobia: Pueden ser muy tierno y varios famosos tienen uno de mascota, pero para el actor no son lindos. Si llega a ver a un cerdo, puede salir corriendo del lugar.
- Megan Fox, Papyrofobia: No puede tocar mucho el papel. Cada vez que necesita hojear algún libro o diario pide un vaso de agua para mojarse las manos y poder continuar.
- Brad Pitt, Selacofobia: Le tiene mucho miedo a ser devorado por un tiburón, incluso no tolera mirarlos.
- Matthew McConaughey, Claustrofobia: No puede pasar por un túnel o entrar a un lugar si tiene puerta giratoria.
- Christina Ricci, Botanofobia: Le tiene pavor a las plantas, de hecho una vez declaró que “Si tengo que tocar una me da asco al instante, y más por el hecho de que están dentro de la casa, pues la ensucian”.
- Salma Hayek, Ofidiofobia: Siento mucho terror a las serpientes.
- Jennifer Aniston, Aerofobia: La actriz tiene miedo a volar, y confiesa que cada vez que debe subirse a un avión, toma tranquilizantes.
- Johnny Deep, Coulrofobia: No aguanta estar cerca de los payasos y comentó “no sé si es por la cara pintada o por la falsa sonrisa, la cosa es que son espeluznantes”.
- Adele, Ornitofobia: La cantante le teme a las gaviotas, y la razón es por una mala experiencia que tuvo cuando niña. «Cuando tenía nueve años, estaba comiendo un helado y una gaviota bajó volando y se llevó el helado” afirma ella, donde agrega “Me rasguñó con sus garras, y aún tengo la cicatriz en el hombro», comentó.
- Uma Thurman, Claustrofobia: Es uno de los más comunes, y es el terror a los lugares cerrados. La actriz lo descubrió en el rodaje de «Kill Bill», cuando tuvo que estar encerrada en un ataúd.