Hay una parte del cuerpo que, para las mujeres, es muy importante para encontrar pareja: la nariz.
Esto porque, según un estudio de la Universidad Autónoma de México, ellas se guían mucho por el olfato y, de hecho, buscamos olores parecidos a los que nos recuerden a algún familiar como, por ejemplo, nuestro padre.
Según explica la doctora Gilda Flores Rosales, quien lideró la investigación, esto tiene que ver con las feromonas, sustancias químicas que estimulan el deseo sexual y que por medio del olfato son percibidas a través del órgano vomeronasal, ubicado en la nariz. Y si esto pasa, se produce una serie de reacciones químicas y emocionales.
«En los humanos, el olfato es el sentido que se usa desde el vientre materno, de manera que los bebés al nacer no oyen bien, no ven nada, no tienen gusto y su tacto no es fino, y al sentirse inquietos pueden reconocer a la madre a través de su aroma y recuperar la calma”, explicó la investigadora.
Entonces cuando sentimos ese flechazo es cuando el órgano vomeronasal detecta a la feromona y envía una señal al tálamo, el cual indica que se produzca feniletilamina (neurotransmisor de efecto estimulante), y con ello se inicia una cascada de químicos y emociones y se liberan otras sustancias que inciden en el comportamiento, como norepinefrina, dopamina, oxitocina, serotonina, endofinas y más.
Otro dato no menor: “Se requiere una distancia máxima de 50 metros para enamorarse”, detalló la investigadora.