Paola Givovich, es matrona y madre soltera. Su hijo, de 12 años, asistía al colegio San Ignacio de Alonso Ovalle, pero tuvo que retirarlo por el bullying que sufría.
«Un día me llamó llorando desconsolado para la semana del colegio, me dijo que un compañero le preguntó: ¿qué se siente saber que no tienes papá, que eres un huacho? (…) Fui miles de veces a hablar al colegio y ahí no reconocían la violencia, me decían que no había violencia escolar», relató la mujer al diario «La Cuarta».
Justo antes de dejar el colegio, el niño escribió una carta para leer a sus compañeros:
“Hoy vengo a terminar un ciclo muy doloroso para mí, ya que ustedes me han hecho pasarlo muy mal en el curso, con las constantes agresiones de los que se creen bacanes.
Me voy porque mi madre y yo lo decidimos, no quiero estar cerca de malas personas, y ustedes lo son. Me han ofendido con cosas muy dolorosas como que no tengo papá, pero cualquiera quisiera tener la gran madre que tengo, me han dicho que todos me odian pero están equivocados, hay mucha gente del colegio que me quiere y por ellos me da pena irme, pero ustedes causan mucho dolor
Con pena les digo que el colegio no supo cuidar mi integridad. Al resto, ojalá le vaya bien y se den cuenta que no deben callar por un grupo de matones, miren de frente la vida y sean valientes que la injusticia debe ser denunciada y ustedes pueden hacerlo, dejen de tener temor”.
Desde el colegio, a través de un comunicado, señalaron que no darán declaraciones públicas sobre el hecho.
¿Qué te parecen estos casos? ¿cómo enfrentas el bullying con tus hij@s, sobrin@s o nieto@s?