Muchas personas consideran el amor a las mascotas como un tema fundamental en la vida. De eso no están exentos los miembros de la familia real británica, quien han mostrado esto al público en más de una oportunidad.
Por ejemplo, Kate Middleton y el príncipe William han sido fotografiados en varias oportunidades junto a su perro Lupo, un Cocker Spaniel de color negro.
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Pero lo que más llama la atención, es lo que motivó a los duques de Cambrigde a adoptar al can. La decisión fue tomada por William en 2012, un año después de casarse con Kate, y es realmente muy tierna, y refleja todo el amor que siente por la duquesa.
La razón fue que pasaban un complicado periodo como pareja recién casada, debido a los constantes viajes del príncipe al extranjero. El momento más duro llegó cuando programaron un viaje para Guillermo a las islas Malvinas de seis semanas de duración.
Esto fue precisamente lo que motivó al duque a adoptar a Lupo, como una manera de que ella no se sintiera tan sola, según consignó el portal Vanity Fair.
El perro ya se convirtió en un miembro más de la familia, y es uno de los habitantes más queridos del palacio de Kensington, y la duquesa suele ser fotografiada paseándolo por el parque. Además del perro, la familia también adoptó un hámster en 2016, Marvin, con quien la princesa Charlotte adora jugar porque «sus bigotes le hacen cosquillas en el rostro», confesó la propia duquesa hace tres años.