Parkas, chalecos, zapatos, gorros y ya las típicas capas se instalaron en el mercado de las mascotas desde hace algunos años. Y es que con el frío y el amor que sentimos por nuestros animales, creemos necesario también abrigarlos, pero con todo el estilo.
A pesar de que la intención sea buena, pude que le estemos haciendo un daño a nuestra mascota y debemos tener cuidado al momento de abrigarlos. Esto, ya que de por sí los animales cuentan con una capa protectora y existen pocas ocasiones cuando un animal necesita ropa en el invierno. Al vestirlos, se les disminuye la habilidad que tienen de regular la temperatura de su cuerpo y esto es perjudicial si llegan a temperaturas altas. Además, la ropa les puede rozar y causar heridas.
Es importante tener en cuenta que la ropa para animales es apropiada para algunos perros, como por ejemplo los más viejos, de pelo corto, delgados, pequeños o enfermos y no debe restringir los movimientos del animal para que pueda ir cómodamente al baño, recostarse y caminar con normalidad.
En estos casos, prefiere la ropa de lana y algodón, evitando lo sintético y el cuero ya que les atrae el olor y por lo general se lo comen. Además, no es recomendable dejarlos las 24 horas del día con ropa y durante toda la semana ya que el pelo se les apelmaza, juntan cebo porque la piel no respira y peor aún si el perro tiene pulgas.
Y si tienes perrito que viva fuera de casa, protégelos de frió con un cuello de polar, sobre todo si tu mascota tiene el pelo corto, y revisa la casa en la que duerme, la cual de preferencia debe tener patas para que no esté en contacto directo con el suelo y ubicarla bajo techo y orientar la puerta hacia el lado donde llegue menos corriente de aire.