Qué mujer no ha sentido durante su periodo grandes dolores, cancelar algún plan por la incomodidad o simplemente, la menstruación es desagradable para algunas.
Si te sientes más identificada con esto, hay una solución fácil y sin riesgos para tu salud: suprimirla la regla. Ante esto, el único requisito es la supervisión médica.
Según la doctora Estela Lorenzo Hernando, especialista en ginecología y obstetricia, del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, quien habló con Cosmopolitan España, «Toda mujer que no desee tener hijos o ya haya cumplido sus expectativas en ese sentido puede permanecer en amenorrea –falta de sangrado cíclico– durante meses o años, con una seguridad muy alta desde el punto de vista médico».
Junto con esto, es importanteseguir las pautas de un experto médico, para usar los fármacos adecuados teniendo en cuenta factores como tu edad, tus hábitos como el tabaquismo, enfermedades previas (diabetes, obesidad), o los medicamentos usados en ese momento.
La doctora además señaló que no hay riesgo y sí varias ventajas pues, según la ciencia, ahora vivimos un mayor número de ciclos menstruales que nuestras abuelas o madres. Esto, ya que la primera menstruación se produce antes, tenemos un menor número de embarazos, lactancias menos prolongadas y menopausias más tardías. «Todo ello hace que estemos más expuestas a enfermedades relacionadas con ovulaciones y menstruaciones frecuentes como el cáncer de ovario y la endometriosis», así es que el primer beneficio es disminuir el riesgo de padecerlas.
Otras virtudes derivadas de este cambio, en el caso de que lo decidas, es la disminución o desaparición de «la dismenorrea (dolor menstrual), de los problemas derivados del sangrado abundante, de la anemia por déficit de hierro, de los síntomas del síndrome premenstrual, además de las prevención de las migrañas perimenstruales», cuenta la especialista.
Pero, una de las desventajas es escoger el método incorrecto para eliminar el periodo. «No es una función fisiológica necesaria para las mujeres que no están buscando gestación, y puede ser suprimida sin más consecuencias que los efectos secundarios derivados de los fármacos que se utilizan para este fin», afirma Estela Lorenzo.
¿Y cuáles son las vías para conseguirlo? El parche o el anillo utilizados de forma continuada son los más comunes, que empiezan a sustituir a los anticonceptivos que respetan una semana de descanso. El sangrado que experimentas con estos últimos, «es un ‘constructo’ farmacológico que pretende emular la menstruación natural, ya que muchas mujeres necesitan seguir manchando una vez al mes, por razones psicológicas, como la creencia de que el flujo si no sale queda acumulado, o la seguridad de que no existe embarazo», aclara la doctora.
Sin embargo, algo está cambiando, ya que «cuando se les explica que la supresión de la menstruación no implica efectos negativos sobre la función del aparato genital, lo acaban entendiendo», puntualiza. De hecho, cuando dejas de ingerir tu píldora o te quitas el parche, «la regla vuelve a aparecer en un periodo muy corto de tiempo», asegura la ginecóloga.
Las vías que puedes usar, sin descanso y sin preocupaciones, son dos: Los antes mencionados que pertenecen al grupo de fármacos compuestos por estrógeno y progesterona, y los compuestos de sólo progesterona (píldoras, implantes subdérmicos, inyecciones). El uso de uno u otro tipo, «debe venir aconsejado por un especialista que sopesa el historial de cada mujer, y por la paciente, que expresa sus preferencias».