Vas caminando tranquila, cuando derrepente ¡ouch! tu ex viene justo hacía ti. Es imposible no saludarlo, y debes decir hola.
Apuesto que estas son algunas de las situaciones que pasaste con ese inesperado encuentro.
- El silencio incómodo es eterno.
- Nunca estabas vestida como hubieses querido.
- Acababas de salir del GYM.
- Justo estaba con su nueva novia.
- Te haces la diosa y te tropiezas.
- No sabes si abrazarlo o no.
- Se te ocurre todo lo que querías decirle cuando ya se ha ido.
- Lleva un coche y no queremos preguntar si es su sobrino.
- Dices algo que no quieres por los nervios.
- Te quieres morir porque tiene un cuerpo espectacular.
- Lleva puesta la polera que le regalaste hace 2 años.