A veces es difícil lograr que a los niños les gusten las matemáticas con todos esos cálculos, fórmulas y más. Entonces, ¿cómo podemos motivar a los niños a que se interesen en esta asignatura?
Para tratar de solución ese problema, las autoridades rumanas buscaron implementar un nuevo programa, a través del fútbol, esto debido a que había un bajo nivel académico y un alto número de niños que abandonaban los estudios.
Para eso, cambiaron el tradicional pizarrón de la sala de clases por el uniforme de entrenamiento de la selección nacional de fútbol. ¿Por qué el fútbol? En Rumania, este deporte tiene muchísima influencia y es uno de los más populares del país. Para lograr este nuevo proyecto, se puso una operación matemática en la espalda de cada jugador con el objetivo de familiarizar a los aficionados con símbolos básicos como suma, resta, multiplicación y división.
El presidente de la Federación Rumana de Fútbol, Razvan Burleanu, explicó: «Fútbol y matemáticas no son excluyentes. Debemos ver el deporte y la educación no sólo como elementos complementarios, sino fundamentales en la integración, en la preparación y perfeccionamiento de los niños».
¡Aplaudimos la creatividad de esta iniciativa!