Una de las grandes incógnitas es qué realizan los distintos músicos antes de sus presentaciones y uno de los que reveló hace poco su rutina fue Enrique Iglesias. El español en entrevista con la agencia EFE expresó qué le gusta hacer antes y después de cada uno de sus conciertos.
Esto incluiría estar tranquilo, tomar té con jengibre y revisar con su equipo que esté todo en orden, cuenta. Y después de dos horas de intensidad sobre el escenario lo que quiere es tomarse un «buen ron entre amigos en cada ciudad».
Entre concierto y concierto, explicó, trata de dormir todo lo que puede porque la adrenalina que gasta en cada uno de ellos «equivale a tres días de gimnasio», aunque, como es más una «diversión» que un trabajo, dice que estaría sobre el escenario todos lo días.
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Enrique Iglesias se considera un «valiente» de la música y este fin de semana comenzó junto Pitbull una nueva gira en Estados Unidos.
El cantante de uno de los éxitos del verano, «Súbeme la radio», explicó que para él es importante evolucionar y atreverse a hacer cosas nuevas y «expandir el núcleo artístico sin egos o inseguridades». Este proceso se convirtieron en dos lobos, los primeros en mezclar el pop con el género urbano, una fusión que se ha convertido en un fenómeno que hoy tiene al mundo bailando al ritmo de la música latina.
Para el cantante madrileño ahí está el «secreto», en «no tener miedo y no parar», el pasar de cantar bachatas con Juan Luis Guerra y Romeo Santos a aventurarse, a crear nuevas opciones con músicos urbanos como Zion y Lennox, su última colaboración. Ese es su deseo, el reinventarse, el «desarrollar el olfato y seguir buscando esa canción que haga la diferencia en la gente», finalizó.
