Hace varios días, Joyce Castiblanco ha estado compartiendo diversas fotografías de su viaje madre/hija a la capital francesa: París.
La ex chica Yingo y su hija Florencia Garcés han conocido la Torre Eiffel, el Museo del Louvre, la catedral de Notre Dame y diferentes paisajes parisinos. Y justamente en medio de este viaje, la menor cumplió 11 años de vida.
Por lo mismo, Joyce quiso aprovechar el momento para dedicarle un emotivo mensaje a través de su cuenta de Instagram. «¡Feliz vuelta al sol a mi hermosa princesa! ¡Ángel de mi vida! 11 años 38 semanas, pues desde que supe que estabas en mi pancita yo ya te amaba. Así te quiero hija. Libre. Feliz. Triunfante. ¡Todo lo puedes! Eres poderosa. Eres la niña de mis ojos. La niña que siempre soñé. ¡El mundo está a tus pies! ¡Nunca dejes de soñar en grande! Vuela siempre alto pero siempre recuerda mantener tu corazón lleno de amor. ¡Te amamos Florencia!», escribió.
Pero eso no es todo, porque después subió una segunda imagen de ambas donde continuó expresando lo que significa este día para ella: «Gracias, hija, por tus días revueltos y que aveces me hacían desesperar, me enseñaste a ser mamá! Pues estos nos sirven de espejo a ambas, gracias por hacerme crecer, por tu enorme manejo de las emociones a pesar de tu corta edad, por tu sabiduría en el conflicto, por tanto…. tu mesura, por tu paz. Yo fui una ‘niña buena’ y como madre te libero de tener que serlo porque no es sano. Ser una niña buena significa ceder parte del control de tu vida a los demás; intentar agradar a las personas que más quieres, de manera inconsciente, a costa del propio dolor o de la injusticia; obedecer a los mayores (padres, profesores, familiares, etc) dejando a un lado tus propios deseos; no permitirte el enojo, ni la rabia, ni decir por ejemplo no quiero estudiar eso, no quiero hacer ese deporte. etc)».
A su vez detalló que «ser una niña buena significa caer en el rol de ser demasiado madura para tu edad y perderte parte de tu infancia. Significa tender a la perfección y a la excelencia, una trampa del mundo de los adultos para cortar las alas, no me permitas hacerlo, soy humana y me equivoco… y no aveces sino la mayoría de las veces… Yo fui una niña buena que sobrevivió (hoy puedo decir que soy una adulta desobediente, loca, arriesgada y creativa, sin miedos, que vive soñando y planeando un camino feliz con quienes amo) y me importa cero lo que digan o no digan de mí. Como madre, yo te libero de la necesidad de actuar para agradar a los demás, incluida yo misma o papi, familiares, conocidos, extraños».
Y finalizó: «Hija, siempre me tendrás de tu lado, porque lo único que quiero y a lo que aspiro para ti es a que seas feliz…
Como la madre leona que soy, defenderé tu LIBERTAD siempre, hagas lo que hagas, estés donde estés. ¡Te amo con un amor inconmensurable como a tus hermanitos pequeños, pero hoy me detengo en ti! Que creces. Tan rápido. Yo si quiero que crezcas. Que vivas, y quiero que seas la mujer que quieras ser. Que no te parezcas en nada a mi. Que seas tú, hermosamente tú. ¡Feliz cumpleaños hija!».
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