¿Habrías pensado alguna vez que el cerebro femenino sufre cambios durante el embarazo? Pues eso es lo que reveló y confirmó un reciente estudio, cuya conclusión es que los procesos biológicos del embarazo provocan cambios en la morfología del cerebro de la mujer que pueden mantenerse hasta dos años después del parto.
Científicos españoles del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) detectaron por primera vez que la gestión también tiene efectos en la morfología del cerebro de la madre. Y es que a través de diversas pruebas y un seguimiento de cinco años, comprobaron que en todas las madres analizadas se redujo el volumen de la materia gris en regiones implicadas en las relaciones sociales.
Sin embargo, estas regiones se activaban cuando las mujeres veían fotos de sus bebes, por lo que «probablemente los cambios corresponden a una especialización del cerebro para encarar los retos que supone la maternidad», dijo el investigador de la UAB y del IMIM y director del grupo que ha llevado a cabo el estudio, Oscar Vilarroya.
Además, la pérdida de sustancia gris no implica ningún déficit cognitivo y no provoca cambios en la memoria ni en otras funciones intelectuales: «Los resultados apuntan a que esta plasticidad cerebral inherente al embarazo tiene un fin evolutivo destinado a que la madre infiera eficientemente las necesidades de su bebé», dijo la investigadora Erika Barba-Müller y Elseline Hoekzema.
Según los investigadores, sería una reestructuración del cerebro con fines adaptativos, para incrementar la sensibilidad de la madre para detectar, por ejemplo, rostros amenazantes o para reconocer más fácilmente el estado emocional de su bebé.