Katy Perry suele siempre sorprendernos con diferentes propuestas cuando aparece en alguna alfombra roja. Esta vez, escogió algo más «serio», pero que no estuvo libre de comentarios.
Para el lanzamiento de la colección Otoño 2016 de la diseñadora Stella McCartney, la cantante lució un traje de la misma marca. Consistía en un vestido estampado en tonos azul marino, celeste y amarillo, un abrigo de piel y un turbante de terciopelo color verde oliva. Como accesorio, llevaba una cartera color crema y sandalias negras.
A los especialistas en el rubro no les gustó mucho la combinación, ya que decían que parecía que Perry sacó todo del baúl de su abuela. Se veía muy mayor para la edad que tenía.
Pese a las críticas, en una encuesta en el mismo portal, el 80% de los usuarios dijeron “amar” el extraño look de la interprete de Firework.
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