¿Aún no encuentras la manera de quitarte eso kilitos demás?
No son necesarias dietas sacrificadas. Con este hábito lograrás el equilibrio perfecto que necesita tu cuerpo para perder grasa y luego a la larga mantenerse en ese peso. La clave está en controlar tu índice glucémico.
Deja de lado los carbohidratos refinados. Se comprobó que tanto los azúcares como los carbohidratos refinados pueden ser incluso más letales para el control de tu peso, por lo tanto deberías mantener una dieta de un alto consumo de proteínas y bajo en el consumo de harinas blancas.
¿Qué son los carbohidratos refinados?
Se considera a los carbohidratos refinados como aquellos hidratos de carbono que no son saludables. Son carbohidratos complejos que no tienen fibra y en el cuerpo se comportan como los carbohidratos simples, es decir, se digieren a gran velocidad y el nivel de azúcar en sangre aumenta rápidamente.
- Azúcar de mesa
- Jarabe
- Zumo fruta azucarado
- Cerveza
- Vino
- Refrescos
- Té dulce
- Frutas y verduras enlatadas o procesadas (no naturales)
- Harina blanca
- Bollería
- Pan blanco
- Magdalenas
- Cereales en paquetes
- Galletas
- Pasteles
- Donuts
- Pasta blanca
- Tartas
- Golosinas
- Patatas fritas
- Natillas
- Bebidas alcohólicas
Cuando consumimos alimentos producidos con harina y azúcar refinado tales como pasteles, bollerías y pan, nuestro nivel de glucosa en sangre se eleva, y el efecto que estos tienen en nuestro organismo una vez que los niveles de azúcar en sangre bajan, es provocar que tengamos más ganas de seguir y seguir comiendo.
Consejo: Intenta elegir productos de harina integral, con granos, frutos secos y otros carbohidratos complejos.