Hace algunos días, el arquero nacional Johnny Herrera lamentaba la muerte de su madre, Gladys Muñoz (78), quien falleció afectada de coronavirus.
Ahora, el conversación con LUN, el jugador de Everton de Viña del Mar detalló lo que vivió antes de su lamentable pérdida. «Lo único que pedía, cuando iba viajando a Temuco, era que hicieran todo lo posible para poder ver con vida a mi viejita y poder despedirme», contó al diario nacional.
“El viaje se me hizo eterno a Temuco desde Viña del Mar… Antes de salir de mi departamento, el doctor me dijo que eran escasas las posibilidades que pudiera sobrevivir”, contó.
“Se me vino el cielo encima. Trataba de mantener la calma durante el viaje (a Temuco), pero mi gran temor era no poder despedirme”, agregó.
Luego, Johnny Herrera explicó que cuando llegó a Temuco, su familia estaba muy triste. Luego, les dijeron que entraran a despedirse.
“Es duro que te digan entra a despedirte. Entré, era el único autorizado a hacerlo, con todos los resguardos”.
“Doble delantal, doble mascarilla, antiparras, de todo. La pena es que no podía abrazarla, pero conversamos como dos horas. Ahí le decía que tenía que recuperarse porque Brunito (su hijo) lo único que quería era estar con la ‘Buela Laly»”, relató.
En este contexto, el jugador explicó que su madre “estaba consciente y hablamos. Nos quedamos esperanzados porque estaba mejorando. Seguía peleándola, como en toda su vida. Piensa que a ella dos veces se le quemó la casa y se volvió a levantar”.
«Es cierto que no pude abrazarla, pero pude compartir con ella hasta el final. Por eso estoy agradecido con el doctor y el personal de la clínica. Cuando pase todo esto, espero hacerle una ceremonia bonita en la iglesia de Angol y darle una despedida a la altura, como se lo merece la Laly», reflexionó.
Con respecto a todo lo que está ocurriendo por el coronavirus, Johnny Herrera también señaló: «Ojalá entiendan que hay que quedarse en casa. Uno no dimensiona lo que está pasando hasta que le toca vivirlo en carne propia y te meten en una clínica».