Es tradición en la familia real británica que se entreguen regalos en «broma» entre ellos, al no necesitar realmente nada, pero hubo uno de esos que Diana de Gales le hizo a Carlos, con mucha dedicación y amor.
Eso fue hace 30 años y según la revista irlandesa Her, el padre de Harry y William no tuvo problemas en decirle a su esposa cuanto le desagradó su regalo.
El momento ocurrió en 1985 cuando la princesa decidió sorprenderlo y limar asperezas que supuestamente tenían ya durante un tiempo, por la falta de amor del Príncipe de Gales.
Para su regalo, Diana apostó por bailar. Ya que desde pequeña fue su pasión, ella decidió contratar a un bailarín profesional, con el que armaron una performance para dejar a Carlos con la boca abierta.
Y durante la gala navideña privada de ese año, una joven Diana interpretó una pieza de baile de tres minutos inspirada en el ballet de «Uptown Girl» de Billy Joel, en el mismísimo Royal Opera House de Covent Garden.
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Pero lamentablemente, según el editor del Daily Mail y amigo personal de Diana, Richard Kay, aseguró en el documental biográfico «Diana:The Woman Inside» que a Carlos no le impresionó para nada, lo que provocó lágrimas en la princesa.
“Fue un regalo un poco contraproducente. Ella lo hizo como homenaje a Carlos, pero él no estaba muy impresionado. De hecho, pensó que ella se estaba luciendo. El punto es que fue increíblemente valiente para ella subir al escenario en el hogar del ballet inglés en Covent Garden y hacer una rutina con el gran Wayne Sleep, pero él no lo vio así“, relata Kay.
Además, se sabía que Diana estaba acostumbrada a pensar en originales regalos. De hecho, según Inquisitr, en el cumpleaños número 13 de su hijo William, ella le hizo un gracioso regalo que lo avergonzó a él e hizo que su hermano Harry se matara de la risa: ese fue un pastel con senos en la parte de arriba.