«Escribí estas líneas en Copiapó, en el desierto de Atacama y esta noche lo hago público, para que alguien lo pueda leer antes de la avant premiere. Es un homenaje a los 33 mineros». Así textual escribió el actor Antonio Banderas en su cuenta de twitter.
La mina y el minero
Abre la boca Tierra. Traga y vomita.
Ya vienen los guerreros del pico y la pala.
Ya se arrojan al laberinto oscuro las luciérnagas cíclopes que cantan y lloran.
Arriba quedaron los hombres número en medio de la batalla del papel verde. Desde allí se oye distante cómo revienta la roca.
Abajo, la mina y el minero se abrazan porque se sienten solos sin mañanas ni promesas, mientras las venas tuneladas escupen la ansiada sangre metálica.
“Madre tierra, cántame la nana de los millones de años, cuéntame el cuento del magma y el azufre”. Susurra el minero, mientras chupa la teta pétrea de la loba dormida.
Tánatos entra y sale de las almas limpias de los hombres sucios. Caminando, con la suerte en sus manos, caminando como sólo caminan los verdugos. Lejano e intermitente se oye el afilar de la guadaña.
Abre la boca Tierra. Traga y vomita.