Varias personas sufren miedos o fobias, siendo uno de los más comunes el hablar en público. Y si bien algunos tratan de evadir esta situación, hay otros que por obligación deben afrontarla, como lo hizo el rey Jorge VI de Inglaterra.
El papá de la reina Isabel II tuvo que contratar a una logopeda que le ayudara a superar este miedo, que llegaba al punto de la tartamudez. Esto incluso se retrató en la premiada cinta «El discurso del rey».
A pesar de que no hay evidencia científica que respalde que los miedos se hereden, en la corona real británica uno de los descendientes del rey Jorge confesó sufrir algo similar: el príncipe William.
El hijo de Lady Di confesó en un documental de la BBC de que desde muy pequeño tuvo miedo de hablar en público. Es más, confesó que superó el miedo gracias a sus problemas de vista.
“Mi vista empezó a disminuir a medida que fui haciéndome mayor, pero para trabajar no me ponía lentes. Así que cuando daba discursos no podía ver la cara de nadie”, explicó, agregando: Eso ayuda, porque al ver solo un borrón de caras no podía ver que me estuvieran mirando. En su momento no me di cuenta, pero creo que eso fue lo que me ayudó, porque al no poder distinguir los ojos de los demás no sentía que todo el mundo me estuviera mirando».
William hizo esta confesión en el documental «Fútbol, príncipe William y nuestra salud mental», que busca a través del deporte popular, conversar más abiertamente sobre la salud mental, especialmente en los hombres.
Es más, en la producción, el duque de Cambridge señaló que es hora de una nueva masculinidad. «Tenemos que ser capaces de ser más abiertos y hablar de nuestros asuntos, antes de que lleguen a un punto en el que empiecen a dañar nuestras relaciones personales, nuestro trabajo y todo lo que hay a nuestro alrededor», concluyó.