Debido a la crisis sanitaria que se vive en el mundo, y que a España ha golpeado duramente, Clara Alvarado no quiso quedarse de brazos cruzados. La actriz conocida por su rol de Ariadna Cascales en «La casa de papel» decidió ofrecerse como enfermera en algún hospital de Madrid.
Y es que pese a que se dedica a la actuación, antes de ser famosa la joven había estudiado enfermería, pero jamás ejerció. Eso cambio hace unos días, cuando Clara finalmente encontró un hospital en el que poder ayuda. En conversación con «Cosmopolitan» profundizó sobre esta nueva experiencia y los miedos y alegrías que le ha traído.
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“Es muy raro porque estamos todos con la misma sensación. Hay miedo, pero toco madera confiando en mi juventud y sistema inmune fuerte. Sin embargo, en el hospital hay profesionales de todas las edades con problemas y es increíble ver la entrega humana que hay de todo el personal, de ponerse primeros ellos”, partió contando.
Sobre sus primeros días en el hospital, la actriz confesó que se sintió como «viviendo una película, de verdad, todos parecíamos Minions. Visualmente me impactó mucho ver las habitaciones y los pacientes. Fue un golpe de realidad. Siempre entras mejor de lo que sales».
Además la intérprete de «La casa de papel» reveló que ni siquiera a ella le han hecho un examen por coronavirus. «Yo pensé que el primer día me harían un test antes de entrar y no. Estoy trabajando sin saber si lo tengo y los que trabajan conmigo igual», aseguró.
“Llevamos el cuello al aire, no hay gorros, tenemos una mascarilla al día y las gafas las limpiamos nosotros mismos para reutilizarlas. No hay un sistema que ofrezca garantías. Hacemos el protocolo de manera rigurosa, pero no terminas de estar tranquila porque siempre existe la posibilidad de contagio», relató.
Si bien lo que se vive en el hospital es bastante estresante, Alvarado trata de estar tranquila y basa su terapia en «la música, un libro, tocar la guitarra y hablar con mis seres queridos». No obstante, Clara asegura que ha sacado muchas cosas positivas de esta experiencia, en especial con su padre que también es enfermero.
«Se acaba de jubilar, tiene asma y no puede volver a trabajar, y me dijo que se sentía muy orgulloso de que estuviera ejerciendo porque es una profesión preciosa, algo que he comprobado con los halagos de los pacientes. Pese a estar mal son los primeros que te animan. Es emocionante ver cómo las personas que peor lo están pasando son las más positivas», agregó.
Finalmente la intérprete de «La casa de papel» aseguró que si bien está contenta de poder ayudar en la pandemia ejerciendo como enfermera, no dejará la actuación. Lo que sí le gustaría sería poder compatibilizar ambas pasiones.
«Se dice que las personas con fama somos una inspiración, pero no, los médicos y los enfermeros sí que son héroes, salvan vidas y se ha demostrado. Están en la sombra y se merecen todo nuestro respeto», concluyó.
