Inspirado en las olas del mar y la flor de la bandera de la ciudad, Bart Straver espera generar una sensación más envolvente.
Bart Straver y el Festival de Viña no se conocían mutuamente. El holandés ha visitado varias veces el país desde 2011, año en que comenzaron a desembarcar diferentes eventos de electrónica y alta convocatoria. Entre los festivales organizados por Straver está Mysteryland, Sensation, Corona Sunsets y Creamfields.
Sin embargo, no fue hasta el año pasado que Straver se enteró del festival con sede en la Quinta Vergara. El arquitecto no sabía nada de Viña, por lo que averiguó todo lo posible.
“Busqué en internet un poco de la historia de la ciudad y de la Quinta Vergara. Quería saber detalles de este proyecto. Busqué imágenes y la ubicación, y lo que arrojó fue agua, viento y flores, elementos que son muy buenos para trabajar”, explicó a La Tercera.
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En paralelo a las averiguaciones por su lado, el holandés se reunió con el ex director y asesor del Festival de Viña, Alex Hernández, tanto por Skype como en persona, cuando Straver vino a Chile.
“Yo le hablé de la concha acústica que tuvo por años la Quinta, y también le conté de la Gaviota. Pero él, investigando por su parte, dio con la flor que está en la bandera de Viña del Mar”, comentó Hernández.
Con la idea de darle una mayor «envoltura» al espectador, Straver se inspiró en las olas del mar y las alas de las gaviotas. “La mayor innovación está en el movimiento, y en que el escenario sale de su margen. Cuando la gente se mueva, el escenario también se moverá, gracias a sus distintas perspectivas. El escenario se podrá ver desde muchos puntos de vista, por eso se verá más grande”, asegura el holandés.
Dentro de semanas entrantes, comenzará el montaje del escenario en la Quinta Vergara, donde Hernández asegura que «todos se darán cuenta de los cambios, porque es muy distinto a otros años. El LED sigue presente, pero esta vez será el complemento. De hecho, los animadores tendrán una pantalla LED en el piso».