Según una investigación realizada por científicos de la República Checa y publicada en la revista «Evolution and Human Behavior», las personas tienden a elegir parejas con el color de ojos de sus progenitores.
Así, los hombres escogen parejas que tienen los ojos del mismo color que la madre, mientras que las mujeres eligen novios con el color de ojos de su padre.
Para llegar a esta conclusión, se entrevistó a más de 1.500 participantes.
«Nuestros resultados sugieren que la preferencia por el color de ojos está determinada por un efecto de impresión más que por la homogamía (parecerse a uno mismo) y permanecen estables a través del tiempo».
«Estos hallazgos también apoyan indirectamente la presunción de la estabilidad de este efecto tipo impresión en los humanos, ya que las personas eligen consistentemente parejas con el color de ojos de su progenitor del sexo opuesto.»
Este patrón de elección se repitió tanto en relaciones de largo como de corto plazo.