Si ya habías llegado a dominar la técnica del contouring, te contamos que hay una antigua técnica que volvió a ser tendencia para perfilar el rostro. Se trata del draping.
Cuando el clan Kardashian compartió con el mundo la forma de esculpir el rostro, con diversos tonos marrones, esta técnica se esparció por el mundo, siendo usada por maquilladores profesionales y personas en su día a día. Luego, llegó el strobing, que es la forma de conseguir resaltar ciertos rasgos a través de la luz, que se vale de los iluminadores. Ambas se han usado combinadas, pero ahora llegó otra técnica que está ganando popularidad.
De acuerdo a Luciana Llanos, encargada de Cyzone, una tendencia que se podrá ver en los próximos meses es la del draping. Y esta provocaría un vuelco hacia los rubores, que son la clave para dar un efecto lifting a tu rostro.
¿De qué trata el draping?
Esta técnica busca perfilar el rostro con un juego de colores claros y oscuros. Llanos explica: «Aplicas un color más claro arriba (a la altura del hueso del pómulo) y uno más claro abajo». O sea, es lo mismo que el contour, pero en vez de recurrir a los tonos marrones para un look bronceado, en esta técnica el perfilado tiene un estilo más fresco y suave, que se consigue con color.
El draping es todo sobre la aplicación de rubor o colorete en distintos puntos claves de la estructura ósea de la cara, como la parte superior de los pómulos, las sienes y los huesos de las cejas.
¿Cómo se hace?
La palabra en español significa ‘drapeado’, que hace referencia a esa caída de las cortinas que tiene cierto relieve, que forma esa curva en forma de U. Eso mismo se busca hacer con el rubor.
Para lograr este efecto se necesita usar dos tonos, uno claro y uno oscuro, que sean de la misma gama (rojos, rosas o corales)
Cuando tengas tus colores, escoge el más claro para aplicarlo en la parte superior de tu pómulo, partiendo desde la manzana (la que se forma al sonreír) a la mejilla. Hazlo con movimientos ascendentes y en círculos, para ir difuminando hacia las sienes.
El tono más oscuro va justo abajo, donde aplicarías el contorno. Lo ideas es usar un producto mate, sin brillo, para que el juego de luces sea más efectivo. Esta combinación ayudará a «acentuar, perfilar lo que quieres sacar y lo que no». Aquí la clave es la difuminación para determinar que tan intenso es el draping.
Distintos tipos de draping
Esta técnica igual se puede usar, al igual que el contouring, de distintas maneras, para lograr el efecto que deseas.
Si buscas….
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Lifting
Aplica la mezcla de colorete en la parte superior de los pómulos, difuminando un poco hacia las esquilas de los ojos, hasta las sienes.
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Esculpir o perfilar
Si buscar dar más ángulo a tu rostro, aplica el tono más oscuro de coloret4e debajo de las manzanas de tus mejillas, luego aplicas el tono más claro en la parte superior de las mejillas, difuminando los bordes.
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Volumen
La técnica más antigua es mezclar muy bien tu rubor claro y oscuro, para aplicarlo en las manzanas de tus mejillas, haciendo movimientos circulares. La forma más fácil de ubicar tus manzanas en sonriendo mientras aplicas el rubor.
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Equilibrio
También para conseguir un draping armoniosos, puedes aplicar la mezcla de colores en varios puntos claves, como el mentón, los lóbulos, los costados de tu cuello y el puente de la nariz. ¿La clave siempre? Difuminar bien.
Tips para lograr un buen draping
- Si eres de tez clara, busca rubores en la gama del rosa y el durazno. Si tienes una tez morena, tonos intensos como el fucsia o el naranjo funcionan mejor.
- La clave de un buen draping, es difuminar. Mezcla bien los bordes con tu tez para que luzca lo más natural posible.
- Usa dos brochas: una gruesa para los pómulos y otra más pequeña para áreas como el huego de las cejas.