Las mujeres se siguen sumando a la lista de ganadoras en esta nueva edición de los Premio Nobel.
Esta vez, se reconoció el trabajo de la científica francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer A. Doudna con el Premio Nobel de Química.
Las científicas fueron galardonadas por el desarrollo de un método de edición del genoma que puede explicarse como unas «tijeras moleculares», el cual, según la Real Academia de las Ciencias de Suecia, promete curar enfermedades genéticas algún día.
Claes Gustafsson, presidente del comité del Nobel de Química destacó la importancia del descubrimiento de Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna, «Hay un enorme poder en esta herramienta genética, que nos afecta a todos».
«Esto no solo ha revolucionado la ciencia básica, sino que también ha dado lugar a cultivos innovadores y dará lugar a nuevos tratamientos médicos revolucionarios», agregó Gustafsson.
La revolucionaria técnica, permite cortar un gen con una precisión extremadamente alta, permitiendo cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos. Si bien es un avance indiscutible, es muy reciente y sigue siendo objeto de disputas sobre patentes y aspectos éticos.
“Yo estaba muy emocionada, tengo que decirlo», dijo Emmanuelle Charpentier a reporteros por teléfono desde Berlín tras enterarse del premio.
Este galardón significa un avance importante en el reconocimiento a las mujeres, en áreas que históricamente han sido desplazadas. Desde 1901 solo cinco mujeres habían ganado este premio antes, frente a 183 hombres.
De esta forma se suman a Marie Curie (1911), su hija Irène Joliot-Curie (1935), Dorothy Crowfoot Hodgkin (1964), Ada Yonath (2009) y Frances Arnold (2018).