Dormir definitivamente es uno de los placeres más grandes de toda criatura terrestre. El descanso es fundamental. Por eso, si no logramos conciliar el sueño, puede tener consecuencias en nuestro rendimiento diario.
Y hay enemigos indeseables que afectan nuestras ganas de dormir. El ruido ambiente y hasta nuestros pensamientos o preocupaciones atentan contra el ansiado sueño.
Pero, aunque no lo creas, existe algo que indirectamente también perjudica nuestro buen dormir y que ni siquiera se encuentra en el planeta Tierra.
Y la Luna llena tiene directa vinculación con el insomnio.
La revista «Current Biology» publicó en el 2013 un experimento a cargo de Christian Cajochen y sus colegas de la Universidad de Basilea, en Suiza. La investigación se dedicó a observar a 33 personas que se ofrecieron como voluntarias para dormir en una habitación de laboratorio.
Tras la prueba, se concluyó que en los días de luna llena, a los pacientes les costó más conciliar el sueño y la calidad del descanso fue menor, a pesar de estar encerrados en un cuarto completamente oscuro. Por otro lado, los voluntarios también mostraron una caída en los niveles de melatonina, vinculada a los ciclos de nuestro reloj biológico.
La melatonina es una de las responsables de un descanso pleno, y cuando una persona se expone a luz intensa por las noches, o a muy poca durante el día, sus ciclos del sueño pueden verse alterados.
Los resultados del estudio muestran que en los días de Luna llena la actividad cerebral vinculada con el sueño profundo bajó un 30%. A los voluntarios también les tomó cinco minutos más dormirse, y una vez que lo lograron, lo hicieron 20 minutos menos cuando había luna llena que cuando no.
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Fotos: Pixabay /Giphy