La hidratación es uno de los primeros puntos que se deben tener en cuenta para que el cuerpo se mantengan en su 100%, pero además es esencial si planeas bajar de peso.
De acuerdo a la ciencia, las personas deshidratadas tienden a hacer menos ejercicios porque se cansan más rápido y sus niveles de hormonas que ayudan a crear músculo baja. Además el ingerir agua te ayuda a reducir tu ansiedad durante el día y da un sentimiento de saciedad.
Y al parecer, la temperatura del agua que consumes también es relevante. Entonces ¿caliente o fría?
La respuesta
Según el instructor de fitness Chris Powell que participa en Extreme Makeover, un programa estadounidense para bajar de peso, el tip me compartió es que tomar agua fría es útil para hidratar el cuerpo, pero si buscas sentirte lleno y bajar de peso, el agua tibia es mejor.
Si bien un vaso de agua helada quema más calorías que uno a temperatura ambiente o caliente, sólo quemará 8 calorías.
Ambas te hidratan, pero el agua fría se siente más refrescante y más satisfactoria después de una sudorosa rutina de ejercicios. Eso hará que bebas más y te mantengas mejor hidratado.
Pero, beber un vaso de agua caliente o tibia antes de una comida, te llenara y consumirás menos calorías. Si es que te golpea la ansiedad, toma un vaso de agua y espera a ver si tiene antojo u hambre. Algunos síntomas de deshidratación se pueden confundir con hambre, por eso que es tan importante consumir agua, por lo que acuérdate de llevar una botella (ojalá reutilizable) donde quiera que vayas.