Tenemos una pregunta para ti: ¿Eres el/la primogénit@, herman@ del medio o el/la menor del clan? Muchas veces no nos ponemos a analizar qué podría significar esto y cómo podría afectar en tu futuro, especialmente en términos amorosos.
Según el estudio «Best Marital Pairings», existe la fórmula perfecta para encontrar el amor gracias a ciertos indicadores. Así, Kevin Lamn, uno de los doctores que cree en esta teoría, y varios expertos han llegado a encontrar un relación entre el éxito matrimonial y el orden del nacimiento de cada integrante de la pareja.
«La felicidad conyugal está relacionada según el orden en que nacemos… Aunque esto no garantiza el éxito o el fracaso de un matrimonio, sí hay una tendencia de por qué un matrimonio tiende a ir bien o mal según las correspondencias entre parejas», explicó Leman.
Orden de nacimiento versus pareja ideal
Si quieres saber qué indicador analizaron en este estudio, a continuación te detallamos qué pareja es la ideal según el orden en que naciste.
Primogénitos
Según explican los expertos, las madres sienten una debilidad por el primer hijo por lo que tiene sus ventajas. Sin embargo, en el ámbito amoroso, Kevin Leman sugiere que las personas que nacen primeras se casen con alguien que fueron los últimos en sus familias. Los polos opuestos se atraen. Ésta es la mejor combinación según relata el estudio ya que los niños que tienen hermanas —cuando son adultos— empatizan mejor con las mujeres que tienen tendencia a hacer de madre.
Hermanos del medio
Tu mejor combinación también sera el complemento menor, es decir, el hermano pequeño. Los hermanos del medio guardan cualidades como el poder de negociación y el compromiso, por lo que el matrimonio en su caso tienden al éxito porque se desarrollan en la comunicación. Sin embargo, el doctor Leman asegura que este grupo suele compartir menos sus emociones, pero esto les sirve para calmar los arrebatos y exigencias de los primogénitos.
Menores
Una relación entre un hermano menor y otro hermano menor sería caótico, según afirma Leman. «Los niños pequeños tienden a querer ser el centro de atención y son más individualistas», explicó. Esto último en la pareja se traduce en un ir y venir de reproches injustificados. Por esta razón, la mejor combinación sería un hombre primogénito ya que desarrollan cualidades como la organización y la empatía al haber crecido con hermanos menores.