Diana Bolocco es bastante activa en redes sociales, especialmente ahora que lleva 10 días animando el matinal «Mucho Gusto» desde su casa luego que el alcalde Joaquín Lavín visitara el estudio, y posteriormente se diera a conocer que tuvo contacto estrecho con una persona que dio positivo a coronavirus.
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En este contexto, la comunicadora aprovechó de utilizar su cuenta de Instagram para responder sin filtro varias preguntas de sus seguidores.
Sobre el teletrabajo
Ante las dudas sobre si está en cuarentena, Bolocco aclaró: “No estoy en cuarentena. Estuve unos días esperando el examen del alcalde Lavín (que nos visitó en un programa). Su examen salió negativo pero el canal decidió que hiciéramos el programa un tiempo desde nuestras casas».
En cuanto a esta nueva modalidad, Diana reconoció que su constante preocupación es hacer un buen trabajo en pantalla. “Como soy autoflagelante, siempre pienso que estoy al debe. Pero al menos siempre intento hablar desde el corazón”, expresó.
Además, reconoció que el primer día de teletrabajo fue complicado para ella. “El primer día me manié entera. No soy muy tecnológica así que me costó. Pero ya estoy acostumbrada y feliz de estar en mi casa“, expresó.
Sobre este sistema remoto, reveló que lo más difícil es cuando sus hijos irrumpen en la pieza y ella está hablando de un tema serio frente a la cámara.
También le preguntaron sobre cómo hace para que sus hijos no la interrumpan mientras trabaja, por lo que respondió que «entran un par de veces cada uno a la pieza! Pero en vez de ponerme nerviosa, les hago un gesto para que se acerquen, les doy un beso y quedan muy tranquilos. Son realmente exquisitos».
La vida en cuarentena
Además, se refirió a cómo ha sobrellevado la cuarentena y el no ver a su familia en este tiempo. Sobre lo que más extraña de la rutina, detalló: «Extraño ver a mis papás. MUCHO!! Y también juntarme con mis amigos! Y bailar!».
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Y, cuando todo esto pase, confesó que lo que más quiere es abrazar a sus papás. «Y después… el medio carrete con mis amigos. Bailando hasta que las velas no ardan», confesó.
