Si bien la actriz Jacqueline Bisset ya tiene 72 años, aún mantiene su belleza y distinción intactas, las mismas que la llevaron a ser un ícono del cine mundial.
«Soy disciplinada y me cuido, pero sin volverme loca. No soy miedosa, no siento terror por el futuro; preferiría ser algo más joven, pero me siento bien», sostuvo al diario español «El País» desde su casa en California. Pero eso no es nada, ya que pidió que la retraten tal como es, con todas sus líneas de expresión.
«Tengo arrugas y he pedido que no las borren. Cuando se publique la entrevista, me gustaría que me enviasen una copia para comprobarlo», manifestó. Además dijo que más que miedo a la muerte, el verdadero temor «es no saber cuánto tiempo voy a vivir».
«Creo que uno debe abrazar lo que le ha tocado vivir. Nunca he sido especialmente ambiciosa. He aprendido y he cogido lo que la vida me ha brindado. No me gusta tener demasiados objetos. No es mi idea de la felicidad. Las cosas simples me producen mucha alegría», confidenció.