Desde el exceso de sudoración, hasta el uso continuo y los materiales de fabrica, son muchos los motivos por los que tu calzado puede oler mal.
Si quieres evitarte este bochorno, toma nota de los siguientes consejos:
Cuida la higiene: Los expertos recomiendan no usar los mismos zapatos todos los días, ya que debes dejarlos ventilar para evitar la humedad. También sugieren cambiar las plantillas constantemente, ya que éstas son las que más absorben el sudor y favorecen el mal olor.
Usa talco tanto en los pies como en los zapatos: El talco absorbe la humedad y por eso es clave aplicarlo después de bañarte en las plantas de los pies para reducir la sudoración. Eso sí, también puedes aplicar un poco adentro de los zapatos, sobre todo en aquellos que son cerrados como botines. Esto hazlo en la noche para que el talco repose por más tiempo y el mal olor desaparezca por completo.
Flores de manzanilla: Pon a secar un puñado de flores de manzanilla, colócalas en pequeñas bolsitas de tela e introdúcelas en tus zapatos. Déjalas actuar toda la noche. Ello, pues las propiedades de la manzanilla ayudan a controlar el mal olor causado por el sudor, la humedad y la proliferación de bacterias.
Cáscaras de limón o de naranja: Los aromas cítricos y aceites naturales neutralizan los malos olores, a la vez que actúan como agentes antibacterianos y antifúngicos naturales. Pica la cáscara de dos limones o naranjas, e introdúcelas en tus zapatos por 12 horas.
Bicarbonato de sodio: Es ideal para absorber la humedad acumulada y para ello sólo basta esparcir un poco en el interior de los zapatos y dejarlo actuar por ocho horas. Pasado ese tiempo retira los residuos y, para mejores resultados, repite el proceso tres veces a la semana.