La tan molesta hinchazón en los pies puede manifestarse por el uso de zapatos incómodos o muy altos, por caminar durante muchas horas o por pasar demasiado tiempo sentado/a, entre otros motivos.
Por lo tanto, si quieres que tus pies vuelvan a su estado natural, dejando atrás todo tipo de dolencias, puedes hacerlo aplicando un sencillo, económico y efectivo truco que combina agua y sal.
Ello, pues la sal no solo relaja, desestresa y desinflama los pies hinchados, sino que además mejora la circulación y actúa como un excelente exfoliante para ellos. Eso sí, el tratamiento funcionará aún mejor si utilizas sal gruesa de mar.
Pasos a seguir:
- Busca un recipiente que sea lo suficientemente grande para que puedas introducir ambos pies.
- Llénalo con agua caliente e introduce un puñado de sal en su interior.
- Mete los pies dentro del cuenco y deja que reposen allí durante unos 5 a 10 minutos.
- Pasado ese tiempo, retíralos, vacía el cuenco y llénalo nuevamente, pero esta vez con agua fría.
- Añade otro poco de sal y vuelve a introducir los pies.
- Como resultado, el contraste entre el agua fría y el agua caliente acabará con la hinchazón en los pies, ya que se activará la circulación en esta zona del cuerpo, reduciéndose completamente la inflamación