Dolor de cabeza, sequedad en la boca y náuseas son algunos de los síntomas que experimentan las personas el temido día después de una ingesta masiva de alcohol.
En unas horas, más o menos según cada persona, se suelen pasar visiblemente los efectos. Sin embargo, un nuevo estudio asegura que la resaca permanece en el cuerpo por más tiempo.
Una investigación de la Universidad de Bath (Reino Unido) concluyó que se detectan deficiencias en el sistema cognitivo, incluso, después de que el alcohol ha desaparecido del torrente sanguíneo.
De esta forma, se pueden ver afectadas la coordinación, la velocidad, la atención o las habilidades motoras; mientras que, aquellas personas que creen que ya se encuentran bien, podrían experimentar fallos en la memoria a corto o largo plazo.
Esto supone cambios en todo lo conocido sobre la resaca. Por lo mismo, los psicólogos encargados del estudio sugieren que algunas empresas deberían revisar las orientaciones que en materia de seguridad laboral tienen para sus trabajadores.
Por ejemplo, si hasta ahora muchos esperaban para conducir hasta que no hubiera alcohol en la sangre, hoy se sabe que la percepción puede estar equivocada y que habría que esperar más.
Craig Gunn, autor principal del estudio y miembro del departamento de Psicología de la Universidad de Bath, ha alertado de que hay “limitadas e inconsistentes” investigaciones sobre la resaca y que se necesitan más estudios acerca de sus efectos.
“La resaca tiene implicaciones a nivel individual desde el punto de vista de la salud y el bienestar, pero también más amplios a nivel nacional para la seguridad y la economía”, agregó el especialista.