Una investigación de la Universidad de Harvard determinó que los jóvenes que consumen alimentos procesados y altos en grasa, como pizzas, papas fritas y hamburguesas, tienen un conteo de espermatozoides mucho más bajo que aquellos que llevan una dieta saludable.
El estudio analizó muestras de esperma de aproximadamente 3.000 hombres, con una edad promedio de 19 años, identificados con diferentes tipos de dieta.
Y el análisis arrojó que, quienes consumían frecuentemente chatarra, presentaban 25 millones menos de espermatozoides por eyaculación, que aquellos que preferían el consumo de pescado, pollo, verduras y frutas.
En el segundo caso, además, la salud de los espermatozoides, medida por su concentración, volumen y motilidad, resultó ser mejor.
«Es casi seguro que este efecto se deba a que las personas con las mejores dietas están tomando más antioxidantes», señaló Allan Pacey, experto en fertilidad de la Universidad.
Por otro lado, este tipo de alimentos contribuyen a la protección de las células de Sertoli, encargadas de la producción de esperma; a diferencia de la comida procesada, bebidas azucaradas y carbohidratos con almidón, que carecen de antioxidantes y matan estas células debido a un ‘estrés oxidante’.
Aunque los jóvenes involucrados en el estudio estaban en su punto máximo de reproducción, algunos de ellos presentaban recuentos de espermatozoides clínicamente bajos, de menos de 39 millones, lo que incrementa las dificultades para concebir hijos de forma natural.
“Mejorar los hábitos alimenticios puede mejor la calidad de los espermatozoides en dos o tres meses, comentó uno de los autores del estudio. ‘No obstante, las células productoras de esperma, que ya fueron destruidas, jamás podrán ser remplazadas’.