El acroyoga es una práctica corporal que nace a partir de la unión de dos disciplinas corporales: el yoga y la acrobacia. Se trata de una técnica que combina la sabiduría del yoga, el poder dinámico de la acrobacia y la bondad de las artes curativas. Las posturas de esta práctica se realizan en pareja, aunque también pueden ejecutarse en tríos o incluso en grupos.
El acroyoga poco a poco ha ido ganando terreno y entre sus beneficios destacan los siguientes.
- El acroyoga, como práctica corporal, desarrolla varias cualidades del cuerpo como agilidad, fuerza, flexibilidad, resistencia y una alineación correcta.
- También ayuda a crear conciencia del propio cuerpo y a reconocer sus múltiples cualidades motrices. Entre ellas, la coordinación, el control del movimiento y la concentración, así como la obtención del balance y equilibrio corporal en pareja.
- Es una práctica que disminuye la ansiedad y despeja la mente de tensiones viviendo el presente. Ello, pues al realizarse como una dinámica con el otro, en sintonía con una respiración rítmica y un cuerpo en condicionamiento constante, te lleva a un estado de descarga energética compartida.
- El acroyoga es totalmente entretenido, ya que al ser una práctica en pareja crea un ambiente de convivencia, risas, juegos y retos corporales.
- En el plano psíquico-emocional, esta disciplina te invita a trabajar con las inseguridades y a superar tus límites, así como a desarrollar el sentido de confianza en el otro a partir de una comunicación. Es un trabajo mutuo de vínculos que generan seguridad y conciencia del cuidado de ambos.
- El acroyoga, además del necesario aprendizaje de las técnicas básicas, incita constantemente al desarrollo de tu creatividad a partir de la exploración infinita de formas, figuras y movimientos de tu cuerpo en conexión y balance con otros.