Dejar de fumar puede resultar un reto muy difícil y angustioso para muchas personas. Sin embargo, es importante saber que los efectos positivos empiezan a notarse desde el primer día que se abandona el cigarrillo.
Y aunque los diferentes cuerpos tardan más o menos en adaptarse a vivir sin nicotina, lo cierto es que todos experimentan los mismos cambios positivos. ¡Toma nota!
- Pasadas 3 semanas: Mejora la circulación y la función pulmonar aumenta hasta un 30%. Se reduce la ansiedad propia de la abstinencia.
- De 2 a 3 meses: Se empieza a notar mejoría en cuanto a la desaparición de la conocida tos del fumador, congestión nasal y fatiga. Además, disminuye la posibilidad de sufrir infecciones respiratorias.
- A los 6 meses: La piel empieza a recuperar su elasticidad y brillo natural. También va desapareciendo la dependencia psíquica al tabaco.
- Al año: Se reduce el riesgo de padecer una insuficiencia coronaria en un 50%.
- De 5 a 12 años: El riesgo a padecer un derrame cerebral es el mismo al de una persona que nunca fumó.
- Después de 10 años: El riesgo de sufrir cáncer de pulmón es de 30 a 50% menos que el riesgo de un fumador.