Una investigación publicada por la revista médica «Diabetes Care» determinó que dar un paseo de 15 minutos después de la última comida es conveniente, ya que mejora la capacidad de regular la cantidad de azúcar en sangre durante las siguientes 24 horas.
Esto significa que al día siguiente no existirá ansiedad por comer alimentos calóricos, se ingerirá lo necesario y se mantendrá una energía óptima durante toda la jornada.
Sin embargo, los beneficios de estas caminatas nocturnas no sólo están relacionados con la pérdida de peso, pues también contribuyen en los siguientes aspectos, según consigna la investigación.
- Reducen el estrés y facilitan un mejor descanso.
- Son más efectivas que tomar un paseo de 45 minutos durante el día.
- Disminuyen el el riesgo a desarrollar diabetes tipo 2, ya que estos paseos regulan los niveles de azúcar en el organismo. Y es particularmente eficaz después de la cena, ya que en ese momento es cuando la insulina se reduce.
- Caminar a paso relajado ayuda a tener digestiones más rápidas y un mejor tránsito intestinal.
- Durante la noche el metabolismo se reduce, porque el cuerpo se prepara para descansar. Por lo tanto, caminar tras la cena genera que el organismo procese mejor los alimentos y siga quemando calorías. Es decir, se mantenga activo.
- Salir a caminar también reduce el colesterol, la presión arterial y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.