El rubor, colorete o blush cumple la función de hacer que tu piel desprenda un aspecto saludable y dinámico. Sin embargo, para que se logre el objetivo, debe ser correctamente elegido de acuerdo a colores, texturas y forma de aplicación. ¡Toma nota!
Tonos adecuados
Dependiendo del color de tu piel, te quedarán mejor unas tonalidades por sobre otras.
- Pieles morenas: Tonalidades en marrones, cobrizos, bronces y rojos.
- Pieles claras: Colores lilas, rosas y burdeos.
- Pieles intermedias o doradas: Las pieles que están entre morena/clara deben optar por los coloretes en tonalidades terracotas, cobrizas y anaranjadas/amarillentas.
Texturas variadas
La textura dependerá de tu gusto personal, ya que en este caso el color es el que manda. De todas formas, podrás elegir entre una amplia gama.
- Polvo: El más popular. Para aplicarlo necesitas una brocha, que muchas veces ya viene incluida en la paleta.
- Crema: El formato más sencillo de esta textura es el stick. Después de aplicarlo, hay que extenderlo bien con los dedos. El resultado que se consigue es un efecto muy natural.
- Líquido: Queda mucho más sutil que el rubor en polvo, ya que se puede difuminar mejor. Sirve también como labial.
- Gel: Ideal para los meses calurosos. Conviene aplicarlo sobre el dorso de la mano para que las microesferas de color se fundan y liberen el pigmento. Algunas fórmulas vienen también con pigmentos iluminadores.
- Laca: Es uno de los formatos más novedosos. Desaparece al fundirse con la piel, dejando un aspecto natural y muy duradero. Se puede aplicar en los labios.
- Cushion: Otro formato innovador es el de tampón. El envase viene con una esponjita que se impregna de producto y te ayuda a difuminar bien el color.
- Contouring: Las paletas de varios tonos de colorete permiten realizar un juego de volúmenes en las mejillas para resaltar los pómulos.
- Multiusos: Los rubores en barra y los líquidos se pueden utilizar para maquillar también los labios y, en algunos casos, incluso como sombra de ojos. Son muy prácticos para simplificar la rutina de maquillaje y para llevarlos en el bolso para retoques cuando las jornadas son largas.
Forma de aplicación
Aunque las variantes son muy sutiles, la siguiente imagen muestra, según la forma de tu rostro, donde tienes que colocar el producto y luego difuminarlo hacia atrás. Aplícalo mientras marcas pómulos y después difumina hacia el exterior.