El Shiatsu es una técnica que reúne varias disciplinas orientales y que está recomendada para liberar tensiones en los músculos, así como para mejorar la postura corporal.
Se cree que el Shiatsu tuvo sus inicios a principios del siglo XX en Japón, cuando el doctor Tokujiro Namikoshi desarrolló una técnica de presión con los pulgares y las palmas de las manos para tratar la artritis reumatoide que padecía su madre.
Cómo funciona
El Shiatsu se centra en lograr una correcta canalización de la energía vital, conocida como Chi en China y Japón. Para conseguirlo, lo que se hace es presionar con los dedos y las palmas de las manos diferentes puntos estratégicos del cuerpo. De aquí que puede entenderse esta disciplina como una terapia de digitopuntura.
Entre sus beneficios destacan que ayuda a fomentar la relajación, estimular la circulación, equilibrar el sistema nervioso y aliviar el dolor, al tiempo que mejora el estado de ánimo y promueve el bienestar general.
En una sesión de Shiatsu, que suele prolongarse por una hora y media, el terapeuta irá ejerciendo presión con dedos o manos en puntos específicos del cuerpo, según sean las necesidades del paciente.
Para elegir estos puntos, el Shiatsu se centra en los que denomina meridianos, que son canales a través de los cuales fluye la energía vital y que relaciona con un órgano en particular o parte del cuerpo.