A medio camino entre los modelos para ir al trabajo y las propuestas más chic, hay un bolso que se apunta entre las tendencias inesperadas del año.
Se trata de diseños desestructurados y blandos, sin una silueta definida y totalmente alejados de las creaciones tipo caja.
Una de las principales ventajas de este modelo es que, sea cual sea el tamaño, siempre se podrá aumentar su capacidad, a diferencia de los modelos de exterior rígido.
Además, los materiales con los que se confeccionan son muy variados, con la posibilidad de encontrarlos lisos, estampados o con acabado satinado, entre otras propuestas.