Luis Miguel no lo estaría pasando bien, ya que, por una parte, está la demanda realizada por el cantante Alejandro Fernández (detalles aquí) y, por otra, un juez de Los Ángeles, Estados Unidos, admitió el embargo de uno de sus lujosos autos, específicamente un Rolls Royce.
Según detalla el programa de la cadena Telemundo, «Suelta la sopa», la decisión tomada por la jueza Virgina Phillips serviría para pagar parte de la deuda que mantendría el sol de México con su ex mánager William Brockhaus, quien le ganó una demanda en el 2016 por incumplimiento de contrato.
El auto está avaluado en 300.000 dólares, alrededor de 190 millones de pesos chilenos, y lo ayudaría a cancelar parte de la deuda que asciende a un millón de dólares (poco más de 650 millones).
Entre las informaciones que entregó el programa está que la Corte le dio la opción de entregar voluntariamente el vehículo o la policía se encargará de llevárselo.