- Lo primero es asegurarte de que las toallitas desmaquillantes le queden bien a tu piel, ya que las hay para pieles sensibles, secas, grasas, etcétera.
- Las toallitas no deben tener perfume -no es necesario que lo contengan- y deben ser hipoalergénicas para no irritar tu piel, que ya bastante tiene con el maquillaje.
- Si tienes la piel mixta o seca, debes enjuagar tu rostro después de aplicar la toallita y usar una crema humectante, para que así tu cutis no se reseque más.
- Cuando uses tus toallitas desmaquillantes debes limpiar como si estuvieses masajeando, con movimientos circulares y muy suaves para no dañar tu cara. Si notas que tu piel se irrita con el producto, tendrás que cambiarlas por unas más suaves.
- No uses las toallitas cerca de tus ojos o tus labios, porque al ser zonas muy delicadas puedes irritarlas fácilmente. De hecho, si buscas bien, encontrarás toallitas especiales para esas zonas en particular.
- Cuando hayas utilizado la toallita húmeda por tu rostro, debes enjuagar muy bien tu cara para así poder eliminar cualquier rastro de suciedad que haya quedado. Si no limpias bien tu rostro, ni le dedicas todo el cuidado que merece, éste podría sufrir irritaciones.